Cuando aún falta un mes y medio de rodaje en la Argentina, ya se filmó en Salta, en la Reserva Provincial de la Quebrada de Las Conchas, camino a Cafayate, la escena final de la película Lucky Luke, aquel famoso vaquero del dibujo animado que encara ahora el actor cómico francés, Jean Dujardin.La filmación está a cargo de la productora argentina K & S Films, contratada la UGC Films, de Francia, dueña de los derechos del filme que será hablado en francés y estrenado a fines del 2009 en Francia. La película, dirigida por James Huth, revivirá los mejores dibujos animados en los que Lucky Luke, y su caballo Jolly Jumper, persiguen a la banda de los hermanos Dalton. El grueso del rodaje se viene realizando en Mendoza, y, además de Salta, también tendrá tramos en San Juan, Jujuy y Buenos Aires.A Dujardin lo secundan dos dobles para escenas de riesgo, y tres caballos blancos de raza andaluza, que hacen de Jolly Jumper. El final muestra a un Lucky Luke que le conversa a Jolly Jumper, con el fondo majestuosos de los cerros colorados de La Ventana, que nada le tienen que envidiar al Cañón del Colorado, sólo que en Argentina los gastos de filmación son muchas veces menores para una producción extranjera.Con policías impidiendo el paso de toda persona ajena a la filmación, la primera toma fue filmada a orillas del Río Las Conchas, por donde Lucky Luke viene en una carreta tirada por Jolly Jumper, que se detiene a la orilla del río. En la segunda, se instalaron -previa extracción de piedras para nivelar el suelo-, tres trochas sobre el cauce del río: en dos de ellas se montaron cámaras y en la tercera se colocó bajo el nivel del agua (que no tiene ni 40 centímetros de profundidad) una plataforma para que el doble de Dujardin fuera parado con el torso desnudo y un pañuelo rojo anudado al cuello.Con todo acondicionado para el rodaje, se hizo galopar aguas abajo a Jolly Jumper, con un jinete todo vestido de negro. Antes del mediodía, cuando el sol comenzó a desparramar su brillo perpendicular, el doble de Dujardin, precalentaba su cuerpo para entrar en calor porque el viento que se encajonaba a esa hora en la quebrada rojiza, estaba bastante frío.Los preparativos de la escena demandaban mucho tiempo, y la acción se desarrollaba en no más de quince segundos. Cuando todo estaba listo, el doble se quitaba su camisa negra y quedaba con medio torso desnudo y con los brazos cruzados como único "abrigo" contra el vientito cafayateño. A Jolly Jumper se lo abrigaba con una manta azul desde el pescuezo a las ancas."Acción", se escuchó por un megáfono, y un colaborador -en buen estado físico, y también vestido de negro-, salió de entre las piedras de la orilla jalando una cuerda que arrastraba la planchuela donde iba tieso, como haciendo ski acuático, el doble de Dujardin. Aquí, se registró al actor desde la cabeza a la cintura con la espalda desnuda, donde resalta el sombrero alado. La toma se repitió varias veces.En esos momentos, pero en Los Médanos de Cafayate, el propio Dujardin participaba de otras escenas, de menor riesgo, en las que Luke se topa con indios. El día anterior, a uno de los dos dobles de Dujardin, se lo pintó de rojo de pies a cabeza, incluida su ropa. Lo mismo se hizo con el caballo: ni las riendas y la montura se salvaron de ser pintadas.La filmación de Lucky Luke, en La Quebrada de Las Conchas, es la primera que se hace bajo el control del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable. "No se puede modificar nada. Fuimos muy cuidadosos en la alteración del paisaje. Por ejemplo, para que los camiones ingresaran al río, con una topadora se hizo una bajada desde la ruta. Pero la producción de la película, al terminar, deberá dejar todo como lo encontró", explicó el guardaparques Miguel Cueva.
Tomado íntegramente del diario Clarín de hoy
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