No puede caminar más de dos metros por la redacción de LA NACION -adonde se acercó para hacer la entrevista- sin que alguien lo salude emocionado, lo felicite o le recuerde que fue su alumno. Pide ver el lugar de trabajo de su hijo Alfredo, también ilustrador en el diario. "Tiene buena luz", se asegura, satisfecho.
Hermenegildo Sábat sumará el martes otro reconocimiento, más institucional: la incorporación a la Academia Nacional de Periodismo. Sábat es uno de los dibujantes más reconocidos y queridos -ilustrador político desde hace 35 años en Clarín-, artista plástico y maestro, como le dicen casi todos. Él prefiere definirse como periodista, aunque reconoce que no usar palabras le permite "contrastar la monotonía infranqueable de las noticias".
"Lo fundamental en este trabajo es no mezclarse nunca con el poder", afirma el maestro.
Para seguir leyendo la nota, entrar ACÁ.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario