El miércoles se estrena la nueva película de Pixar, que trancsurre en el año 2700 en un planeta Tierra abandonado y lleno de basura, habitado únicamente por un robot cuya centenaria tarea es recoger estos desechos hasta que un día... todo cambia y se enamora... El film, que según su director tiene giros chaplinescos y hasta de Buster Keaton -reordemos que los primeros 40 minutos son mudos- cuenta en un muy interesante reportaje cómo surgió la idea de hacer la película, cuál es el corazón del film, y los recursos de los que hechó mano, entre ellos contratar al responsable del sonido de Star Wars: según palabras de su creador, Andrew Stanton, contrató al hombre que creó la gramática del robot R2-D2 de "La guerra de las galaxias", el veterano diseñador de sonido Ben Burtt. Stanton redactó un guión convencional -"Hola, soy Wall-E"- y Burtt tradujo el diálogo al lenguaje de los robots. El resultado es una película donde el sonido es tan significativo como lo visual.
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