La carta del diplomático:
Con relación a la edición del diario El
Tribuno de fecha 1 de marzo de 2010,
que publica en su sección “Humor”,
bajo el título en letras rojas “Chile
Hoy”, un dibujo a color que tergiversa
la bandera de mi país colocándole
una cruz en lugar de la estrella correspondiente.
Al respecto, señor director, debo manifestarle
mi sorpresa y mi más profunda
molestia por dicha imagen que
pretende ironizar y hacer mofa de un
símbolo patrio, como es la bandera
de una nación, que atraviesa uno de
los momentos más dolorosos de su
historia, debido a las consecuencias
del reciente terremoto que tuvo lugar
en mi país, y que, lamentablemente,
ha arrojado cuantiosas pérdidas en
vidas humanas y un dolor inmenso
en la ciudadanía.Permítame señalarle
que lo anterior no se condice con las
muestras espontáneas de afecto y solidaridad
que he recibido por parte de
instituciones, así como de la sociedad
civil salteña. Es en estos momentos
cuando afloran la grandeza y la sensibilidad
del ser humano. La verdad es
que escapa a mi comprensión que alguien
haya tan sólo generado en su
imaginación una imagen como la antes
descripta, en las actuales circunstancias
que atraviesa un país -sea cual
fuere-, y mucho más sorprendente es
que la misma haya sido publicada en
un medio de comunicación serio y
prestigioso como es el diario El
Tribuno de Salta.Tengo la plena seguridad
de que Chile volverá a ponerse
de pie antes de lo que se espera, con la
grandeza de espíritu que lo caracteriza
y con el invalorable apoyo de una
Comunidad Internacional Humana,
Sensible y Solidaria.
Eduardo Cisneros Bunge
Cónsul General
La respuesta de El Tribuno:
El Tribuno sostiene la libertad de expresión
como un principio fundamental;
por ese motivo, publicamos
esta carta del cónsul de Chile, recibida
luego de numerosos pedidos de entrevista
que el diplomático no atendió.
Al mismo tiempo, expresamos nuestra
sorpresa ante la interpretación
maliciosa que hace del dibujo en
cuestión. El gráfico mencionado por
el señor cónsul, lejos de constituir un
agravio a la bandera de Chile, y mucho
menos al pueblo chileno, es un
homenaje y una adhesión al duelo, al
8igual que el dibujo que se encuentra a
la derecha de la página referida, y de
muchos otros gráficos publicados en
otras ediciones, en los cuales el humor
deja un lugar para el dolor.
El artista, en su viñeta, editorializó el
luto colocando un fondo negro y reemplazó
la estrella de la bandera por
la cruz, que representa el dolor de
Cristo. Es posible que el dolor lleve a
algún ciudadano chileno a malinterpretar
ese dibujo.
No obstante, la carta recibida está
firmada por un diplomático, para
quien no cabe el atenuante de algún
estado emocional. Su deber es el de
contemporizar, componer y evitar
malas interpretaciones que puedan
generar conflictos.Un humorista imprudente
es mucho menos peligroso
que un diplomático imprudente.
Esta carta exacerba los ánimos y genera
discordia, cuando la misión del diplomático
es exactamente la contraria,
porque su deber es construir la armonía.
Lo desafortunado del caso es
que los artistas de El Tribuno no hicieron
humor ni fueron imprudentes.
Además, la línea editorial de este diario
es transparente y siempre se ha
mostrado solidario con las naciones
que sufren cualquier tipo de cataclismo.
Particularmente,nuestra relación
con Chile ha tenido durante años la
impronta de la integración.
Debería saber el cónsul que, en toda
su existencia, El Tribuno aboga con
fervor y constancia por el desarrollo
de la región, con la que nos sentimos
identificados por la historia y por la
cultura.Nadie puede sensatamente
imaginar que nuestro diario va a burlarse
del dolor de Chile en estos momentos.
También dejamos expresa
nuestra certeza de que la nación chilena
saldrá adelante, como salió delante
de otras circunstancias difíciles.
De todos modos, no creemos que
las desatinadas expresiones del señor
cónsul reflejen el espíritu del Servicio
Exterior de Chile. En un momento
tan difícil es inexplicable que alguien
pueda interpretar de esta manera
una viñeta, dado que alegrarse del
dolor ajeno supone una perversión
inimaginable.
Tribuno de fecha 1 de marzo de 2010,
que publica en su sección “Humor”,
bajo el título en letras rojas “Chile
Hoy”, un dibujo a color que tergiversa
la bandera de mi país colocándole
una cruz en lugar de la estrella correspondiente.
Al respecto, señor director, debo manifestarle
mi sorpresa y mi más profunda
molestia por dicha imagen que
pretende ironizar y hacer mofa de un
símbolo patrio, como es la bandera
de una nación, que atraviesa uno de
los momentos más dolorosos de su
historia, debido a las consecuencias
del reciente terremoto que tuvo lugar
en mi país, y que, lamentablemente,
ha arrojado cuantiosas pérdidas en
vidas humanas y un dolor inmenso
en la ciudadanía.Permítame señalarle
que lo anterior no se condice con las
muestras espontáneas de afecto y solidaridad
que he recibido por parte de
instituciones, así como de la sociedad
civil salteña. Es en estos momentos
cuando afloran la grandeza y la sensibilidad
del ser humano. La verdad es
que escapa a mi comprensión que alguien
haya tan sólo generado en su
imaginación una imagen como la antes
descripta, en las actuales circunstancias
que atraviesa un país -sea cual
fuere-, y mucho más sorprendente es
que la misma haya sido publicada en
un medio de comunicación serio y
prestigioso como es el diario El
Tribuno de Salta.Tengo la plena seguridad
de que Chile volverá a ponerse
de pie antes de lo que se espera, con la
grandeza de espíritu que lo caracteriza
y con el invalorable apoyo de una
Comunidad Internacional Humana,
Sensible y Solidaria.
Eduardo Cisneros Bunge
Cónsul General
La respuesta de El Tribuno:
El Tribuno sostiene la libertad de expresión
como un principio fundamental;
por ese motivo, publicamos
esta carta del cónsul de Chile, recibida
luego de numerosos pedidos de entrevista
que el diplomático no atendió.
Al mismo tiempo, expresamos nuestra
sorpresa ante la interpretación
maliciosa que hace del dibujo en
cuestión. El gráfico mencionado por
el señor cónsul, lejos de constituir un
agravio a la bandera de Chile, y mucho
menos al pueblo chileno, es un
homenaje y una adhesión al duelo, al
8igual que el dibujo que se encuentra a
la derecha de la página referida, y de
muchos otros gráficos publicados en
otras ediciones, en los cuales el humor
deja un lugar para el dolor.
El artista, en su viñeta, editorializó el
luto colocando un fondo negro y reemplazó
la estrella de la bandera por
la cruz, que representa el dolor de
Cristo. Es posible que el dolor lleve a
algún ciudadano chileno a malinterpretar
ese dibujo.
No obstante, la carta recibida está
firmada por un diplomático, para
quien no cabe el atenuante de algún
estado emocional. Su deber es el de
contemporizar, componer y evitar
malas interpretaciones que puedan
generar conflictos.Un humorista imprudente
es mucho menos peligroso
que un diplomático imprudente.
Esta carta exacerba los ánimos y genera
discordia, cuando la misión del diplomático
es exactamente la contraria,
porque su deber es construir la armonía.
Lo desafortunado del caso es
que los artistas de El Tribuno no hicieron
humor ni fueron imprudentes.
Además, la línea editorial de este diario
es transparente y siempre se ha
mostrado solidario con las naciones
que sufren cualquier tipo de cataclismo.
Particularmente,nuestra relación
con Chile ha tenido durante años la
impronta de la integración.
Debería saber el cónsul que, en toda
su existencia, El Tribuno aboga con
fervor y constancia por el desarrollo
de la región, con la que nos sentimos
identificados por la historia y por la
cultura.Nadie puede sensatamente
imaginar que nuestro diario va a burlarse
del dolor de Chile en estos momentos.
También dejamos expresa
nuestra certeza de que la nación chilena
saldrá adelante, como salió delante
de otras circunstancias difíciles.
De todos modos, no creemos que
las desatinadas expresiones del señor
cónsul reflejen el espíritu del Servicio
Exterior de Chile. En un momento
tan difícil es inexplicable que alguien
pueda interpretar de esta manera
una viñeta, dado que alegrarse del
dolor ajeno supone una perversión
inimaginable.
(en la imagen, el dibujo que enojó al cónsul)
Esto no es de extrañarse. Escudandose detras de la libre expresión los argentinos nos creemos que podemos publicar lo que se nos antoja. Los chilenos demostraron en medio de las desgracias que tuvieron que vivir una entereza y una grandeza que nos supera inmensamente como pueblo. los argentinos somos tan despiadados y soberbios que no entendemos del profundo respeto que los hermanos trasandinos tienen por sus símbolos patrios. El hecho de ser (por nuestra propia culpa)inferiores a ellos no nos deja interpretar ni siquiera el valor de nuestros propios símbolos, razón por la cual nos vivimos burlando de ellos, pero, como ya dije, somos tan soberbios que creemos que podemos hacerlo con los de los demás. Así nos va.
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