"Shloishim", de Brian Jánchez

El historietista Brian Jánchez acaba de editar su último libro "Shloishim", que tuvo la gentileza de regalarme durante Animate '09 y todavía no tuve la oportunidad de leer, aunque sí me llegaron excelentes comentarios sobre su flamante obra.

Aquí, un adelanto a cargo de Federico Reggiani:

Para todos los que llevamos vidas urbanas y de clase media, relativamente desprovistas de aventuras, la muerte de un padre es, además de una concentración de pena, un momento de rara intensidad. La tentación de usar ese episodio y esa intensidad en un relato es grande; el riesgo de banalidad en ese uso también. Shloishim elude ese peligro con maestría. Alejado de todo patetismo, Brian Janchez narra la muerte de su padre, el fin de su infancia y la intemperie del mundo con un relato que tiene la frialdad deliberada de un ritual: la historieta como una parte del duelo prescripto por la tradición. La apelación al lector como extremo de una primera persona multiplicada en texto y dibujo es una herramienta clásica de la historieta autobiográfica. En historietas anteriores y posteriores a Shloishim (McKosher y El Sabio de Sion) Brian utiliza ese recurso que quiebra la ilusión referencial y establece una mirada irónica del autor sobre su propia vida: miro lo que hice, o lo que cuento que hice, pero yo soy otro. En Shloishim, en cambio, la apelación al lector y la primera persona construyen un personaje que, en apariencia, sólo describe, distante, lo que vivió, sin comentarios, sin juicios. Un personaje que, incluso, dice menos de lo que vivió, como en esa secuencia en que acompaña a su padre a ver un abogado (¿por qué?) y sólo consigna “no me acuerdo de qué hablaron, tampoco me interesa”.Un padre difícil, una abuela más díficil aún. Brian Janchez está lejos de la elegía, pero muestra en los detalles –el cine compartido, sobre todo- el lugar del afecto. No es posible evitar la tristeza, pero Shloishim nos regala al menos un retrato bello de la tristeza.
Datos del libro:
B/N, Tapa Color, 68 Pág, $14.
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