La nena de tinta china que odiaba la sopa, que era fanática de los Beatles y que soñaba con la paz mundial, vuelve a sentarse en la puerta de su casa, en la calle Chile 371 del barrio porteño de San Telmo. En los próximos meses, una estatua ubicada en ese lugar inmortalizará al personaje creado por Quino.
Cuando dibujó a Mafalda, Joaquín Salvador Lavado -o Quino- vivía allí, en el décimo piso del departamento de Chile y Defensa. Y decidió que esa sería también la casa y el escenario de su criatura. Recorrer el barrio hoy, es meterse adentro de la tira: las calles de adoquines por donde circulaba el viejo Citroën del papá, el kiosco de diarios de Don Jorge -intacto, aunque con otra dueña-, las viejas con sus changos para hacer las compras, y el mítico almacén “Don Manolo” con “Manolito” de carne y hueso:
“Sí, yo soy Juan Manuel Fernández, alias Manolo”, confiesa el hombre que atiende el kiosco de Balcarce 772 y dice ser "almacenero de toda la vida".
El proyecto. La idea del homenaje se materializa en el proyecto “La casa del mito”, promovido por la Unidad de Proyectos Especiales de la Vicejefatura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en el marco del Bicentenario. La propuesta original es sentar una pequeña escultura de Mafalda en tamaño real en la puerta del edificio donde nació y vivió. Y otorgarle a Quino una medalla por su aporte al legado de la Ciudad.
“Queremos conmemorar a uno de los personajes más emblemáticos de nuestra cultura. Con el visto bueno de Quino, lo que hicimos fue buscar a un artista idóneo para hacer la escultura de Mafalda. Ahora debemos conseguir la autorización de los copropietarios del inmueble”, explica el abogado Nicolás Roibas, responsable de la iniciativa.
El escultor elegido para hacerse cargo de la obra, Pablo Irrgang, reconoce: “Me encantó la idea porque soy de una generación que creció con Mafalda”. Según él, “lo bueno esque la gente pueda sentir esa empatía que produce el personaje, que pueda sentarse ahí al lado y sacarse una foto”. Los vecinos más antiguos del edificio, los que conocieron a Quino cuando vivía en el lugar, están entusiasmados con la idea. Norma dice estar feliz con “tener a Mafalda de vuelta en casa”. Además, cuenta, “hace mucho que estamos tratando de que se le haga un homenaje a Quino”.
En el 2005, un blog impulsó una carta para que "se imponga como hito de la Ciudad a la “casa” del personaje Mafalda". A los dos meses, impulsada por Norberto La Porta, ex legislador porteño por el socialismo, la idea se convirtió en proyecto de ley. Finalmente, la ley fue aprobada en la última sesión especial del 2006. La placa, sin embargo, todavía no se colocó.
Marta, una de las más antiguas del consorcio, está ilusionada con el nuevo proyecto. La idea de sentar a Mafalda en la puerta de su casa le “encanta muchísimo”.
Cuando dibujó a Mafalda, Joaquín Salvador Lavado -o Quino- vivía allí, en el décimo piso del departamento de Chile y Defensa. Y decidió que esa sería también la casa y el escenario de su criatura. Recorrer el barrio hoy, es meterse adentro de la tira: las calles de adoquines por donde circulaba el viejo Citroën del papá, el kiosco de diarios de Don Jorge -intacto, aunque con otra dueña-, las viejas con sus changos para hacer las compras, y el mítico almacén “Don Manolo” con “Manolito” de carne y hueso:
“Sí, yo soy Juan Manuel Fernández, alias Manolo”, confiesa el hombre que atiende el kiosco de Balcarce 772 y dice ser "almacenero de toda la vida".
El proyecto. La idea del homenaje se materializa en el proyecto “La casa del mito”, promovido por la Unidad de Proyectos Especiales de la Vicejefatura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en el marco del Bicentenario. La propuesta original es sentar una pequeña escultura de Mafalda en tamaño real en la puerta del edificio donde nació y vivió. Y otorgarle a Quino una medalla por su aporte al legado de la Ciudad.
“Queremos conmemorar a uno de los personajes más emblemáticos de nuestra cultura. Con el visto bueno de Quino, lo que hicimos fue buscar a un artista idóneo para hacer la escultura de Mafalda. Ahora debemos conseguir la autorización de los copropietarios del inmueble”, explica el abogado Nicolás Roibas, responsable de la iniciativa.
El escultor elegido para hacerse cargo de la obra, Pablo Irrgang, reconoce: “Me encantó la idea porque soy de una generación que creció con Mafalda”. Según él, “lo bueno esque la gente pueda sentir esa empatía que produce el personaje, que pueda sentarse ahí al lado y sacarse una foto”. Los vecinos más antiguos del edificio, los que conocieron a Quino cuando vivía en el lugar, están entusiasmados con la idea. Norma dice estar feliz con “tener a Mafalda de vuelta en casa”. Además, cuenta, “hace mucho que estamos tratando de que se le haga un homenaje a Quino”.
En el 2005, un blog impulsó una carta para que "se imponga como hito de la Ciudad a la “casa” del personaje Mafalda". A los dos meses, impulsada por Norberto La Porta, ex legislador porteño por el socialismo, la idea se convirtió en proyecto de ley. Finalmente, la ley fue aprobada en la última sesión especial del 2006. La placa, sin embargo, todavía no se colocó.
Marta, una de las más antiguas del consorcio, está ilusionada con el nuevo proyecto. La idea de sentar a Mafalda en la puerta de su casa le “encanta muchísimo”.
Imperdible el video con los vecinos de edificio de Quino y el "verdadero" Don Manolo, entrando ACÁ.
Fuente: Diario Perfil
Informó: Sebastián Scherman
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